Es como gracias divina el amor que nos profesamos,
¿Podremos dejar de amarnos como otra tanta gente?
Traicionar este sentimiento único, no cabe en mi mente,
vivir en la sombra de los recuerdo no podré, ni podríamos.
Nuestro amor es bendecido por el Creador Supremo,
sentimiento indecible diferente, intacto aun conservo,
extraído de las antigua mitología, para vivir de nuevo,
en nosotros esta gracia, y la reviviremos palmo a palmo.
Sepamos vivir en armonía con el vasto universo,
también tendremos las dichas, como todo enamorado,
donde impera la felicidad en calma bajo el cielo sagrado.
Tu corazón y el mió vibran en son de este amor cadencioso,
hasta el último momento rutilaran juntos progresivamente.
Consintamos al cuerpo y alma, y que se grabe en la mente.