Vi un día tu amor nacer
Cuando estaba vilmente abandonado
Y olvidado.
Del cielo que llevose la mujer
Que vivía a mí lado.
Y cuitado,
Vivo en esta vida indiferente
Dolorido en el alma cruelmente
En sinrazón.
Rota la alegría, herido el corazón
Vagaré solitario eternamente.
Y esta vida destrozada y sedentaria
Cruz diaria,
Ha de ser para el resto de mi vida,
Si no olvida,
Que esta cruz, a mí ser es necesaria.
Dos amores en ella van clavados,
Señalados,
Como amantes que fueron amorosos
Muy dichosos;
Y que el cielo los mantiene enamorados.
Autor: Fernando Ayala.
Gracias por deleitarnos por tan maravillosas poesías llenas de talento y de amor y escritas con un alto sentimiento. Tus bellos escritos me han cautivado poeta. Yo estuve en una situación muy parecida, pero no lo pude expresar en poemas. Muchos besos. Pasión