EL frío invade mi cuerpo
y también mi corazón,
acongojada y temblando
me acurruco en el sillón;
al amparo del reflejo
de las llamas que provocan,
que recuerde yo los besos,
cuando estrujando mi boca,
me ponían casi loca
mientras tu me acariciabas.
En el hogar encendido,
los leños su crepitar,
ayúdanme a añorar
tu presencia en esta casa,
…la realidad, era otra,
nos consumía el deseo.
Mientras quitabas mi ropa,
en este mismo lugar,
yo me entregaba sin miedo,
y en un sutil devaneo
me abandonaba al azar.
Hoy las cosas han cambiado,
Es inútil que te grite, que te llore,
que te llame, aunque te adore…
Hace frío y estoy sola !!
® Susana Valenzuela