Procuro tener la enmienda colectiva
de los jueces del destino,
parodia y circo que las noches
dejaron con glorias asesinas,
procuro tener el perfume violeta
de las risas que asumimos,
con el alma dispuesta a todo
y el todo absurdo del mundo que declina.
Procuro hacerte caso
mujer de las elevadas rimas,
duende del futuro amor
de los roces enardecidos,
procuro, entonces, dejarte,
espacios en cada esquina
del barrio de mis internas
con la luna entre tus nidos.
Procuro hablarte y por ende
decirte que tanta espina,
derrocó al guerrero inmóvil
en su puesto de trinchera,
procuro que cielo a cielo
entre causas y glicinas
me cures de vez en cuando
con tus labios de quimeras.
Procuro y si bien despierto
me llegues algo temprano
vestida para matarme
entre sábanas y anomalías
desnuda entre silencios
rozándome entre tus manos
poseyendo la vanguardia
de mis frentes con tu vida!