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Categoría: Ausencia

marchabase

Marchabase solitaria
Por una ruta tan fría.
Sintió la sombra tardía
En su mirada precaria,
Creyó que era necesaria
Nuevas luces de alegría.
Marchabase como digo
Por una región espesa,
Arrastrando el corazón
Con poquísimos abrigos,
Con muchísima tristeza
Y bastante desazón.
Es perfecta en sus defectos,
Yo me la sé de memoria,
Conozco bien esa historia
Que sé cual son los efectos.
Ora se marcho directo
Sin mi soledad notoria.
Aquí en el aire se expande
Un tristeza que me explica
Esta ausencia tan amarga.
Tiene los ojos tan grandes,
Tiene la boca muy chica
Y la lengua siempre larga.
Hoy me queda su recuerdo Que llama tarde en la noche,
Vino a buscar mi derroche,
Ahí, mi corazón lerdo
Olvida pero me acuerdo
Esa triste, triste noche.
Siempre golpea violento
En el portal mudo y seco
En las horas asesinas,
Con ese ritmo tan lento,
Con ese tan rápido eco
Y con su mano cansina.
Me tapo con telas viejas,
Me quedo en la oscuridad,
Recordando en soledad
Un recuerdo que se aleja,
Consumido como abeja
Que necto en flor irreal.
Marchabase sin esencia
Por la región más espesa,
Atravesando los vientos.
Lleva su tan grave ausencia,
Deja mi aguda tristeza
De esdrújulos sentimientos.
La luz tirita de frío
En la inmenso sideral,
Es tu estrella. La fatal
Que apaga sombra y vacío,
Es sólo el delirio mío
Que irradió estrella irreal.
En esta nueva resaca
Veo tu estrella distante
Que se aleja nuevamente,
Con su cara tan opaca,
Con su sombra muy brillante,
Con su ausencia transparente.
Solitaria marchó al fin,
Quise, no pude alcanzarla,
Pensé, era mejor dejarla
Y que vuelva sola a mí,
Pero no fue tan así
Aunque no pude olvidarla.
Deje que se valla en vuelo
Y mi corazón tan tierno
En cenizas se deshizo.
En mi nunca fue su cielo,
En mi siempre fue su infierno
El que era mi paraíso.
Del tiempo no se noción,
Los días se hunden en sombras
Pero eso ya no me asombra,
Me acostumbre al dolor,
Pero óyeme por favor
Mi voz es la que te nombra.
Hoy sobrevivo a mi susto
Con esperanzas en manos,
Con esperanza que aún arde.
Creí en el momento justo
Ame tal vez tan temprano
Que finalmente era tarde.
¿Quién sabe por qué yo diablos
Escribo a alguien que no esta?
¿Es que no pudo olvidar
Nunca el fuego de sus labios?
¿Será que me hice más sabio
Encerrado en soledad?
El corazón me lo arranco,
Escribo y se desintegra
Mi corazón infeliz,
En este papel tan blanco,
Con esta tinta tan negra.
En esta noche. tan gris.
Datos del Poema
  • Código: 333905
  • Fecha: 17 de Febrero de 2010
  • Categoría: Ausencia
  • Media: 7.09
  • Votos: 54
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1,460
  • Valoración:
Datos del Autor
Nombre: oigres
País: ArgentinaSexo: Masculino
Fecha de alta: 19 de Diciembre de 2008
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