Buscando en el baúl de mis recuerdos
encontré mil cosas olvidadas ;
muñecas, libros, unos cuantos cuentos
y el Diario de una adolescente ilusionada.
Sentí, pues, retroceder el tiempo
y busqué lo que de aquello me quedaba ;
de las muñecas recordé sus nombres,
de los libros y cuentos me acordaba.
Abrí el Diario y leí con avidez su contenido,
no era todo verdad lo que narraba
pues valiéndome de él, como a un amigo,
mis sueños y proyectos le contaba.
Así sentí flotar mis pensamientos
que a mi adolescencia retornaban
mas de sus páginas, amarillas por el tiempo,
de mis sueños del ayer poco quedaba.
Volví a jugar con todas mis muñecas,
leí algún libro que ya no recordaba
y volví a sentir, después de tanto tiempo,
que fui una adolescente ilusionada.
Lucia Bachiller Candela - mayo 2009