¡Qué deseos enormes tengo
de empezar todo de nuevo,
tal como ya lo vivimos
algunos años atrás!
Y es que fue maravillosa
la forma en que nos conocimos
y todo aquello que sentimos
quisiera, mujer, vivirlo
contigo, una vez más.
Recuerdo nuestra sorpresa
cuando los dos descubrimos
que había tantas coincidencias
vitales, entre tu y yo.
Desde entonces quedó presa
mi conciencia entre tus mimos,
desde aquella vez, abrimos
la gloria para los dos.
Al recordar todo aquello
que ha sido tan tierno y bello,
quiero otra vez, amor mío,
vivirlo desde el comienzo;
tan sólo de que lo pienso
¡me enamoro una vez más!-
Eduardo Ritter Bonilla.