Alguien tendió su mano y me ayudó a salir de las profundidades del río… De nuevo anochece y otra vez mas voy corriendo con mis pies aun desnudos hacia mi ventana… y es que a pesar de la tristeza mi cielo esta lleno de estrellas. Quizás porque mis sueños vuelven a ser dulces, cuando aún dormido siento tu presencia, como antes, y mi pecho y mi respiración se agitan… y sé sin abrir los ojos que allí estará tu silueta, recortando la noche en mi balcón, y que te acercaras lentamente a mi lecho recorriendo con tu mirada la palidez de mi cuerpo desnudo y sentiré tu aliento en mi piel antes de que tus labios se posen en ella, antes de sentir en mi el placer de tus colmillos hundiéndose en ella.
Déjame que sea yo quién vaya a buscarte esta noche, te despertare acariciando tu mejilla y cuando abras los ojos me perderé en ellos por una eternidad. Déjame acercarme al cuerpo que un día desprendía tantísimo calor , volveré a darte mi sangre, lameré cada latido de tu corazón, saboreare cada gemido que se escape de tu garganta… y te arrastraré conmigo a una muerte segura, una muerte en la que pasearemos de la mano entre ángeles de piedra, una muerte en la que podré susurrarte al oído palabras prohibidas, de nuevo en mi mundo de sueños…