Esa ingenua niña confió en tus palabras,
confió en tu mirada, creyó en tus besos,
creyó en tu amor;
esa ingenua niña te entrego sus sueños,
todas sus ilusiones y fantasías sin reservas ni temor.
Esa ingenua niña en un mundo mágico,
como princesa de cuento tomada de tu mano
un día se soñó;
esa ingenua niña, pago con monedas de amor
y perdón todos tus errores, tu falsedad y traición
A Esa ingenua niña le atravezaste
con un hierro candente ese puro y hermoso corazón,
matando dentro de ella todo indicio
de sublime amor.