II. Buscando
Se desbordó su alma de su mundo
y se hizo a la mar de los astros,
rompiéndole barreras a las nubes
y a los pedazos de suerte regados.
Buscando ese aire que inspira aún más
el mortal blanco deseo de una paloma.
Buscando la paz y el sosiego.
Buscando el llanto y el malestar.
Buscando algo incrédulamente incierto,
algo desierto en su pasado
por tanta arena en su humedad.
Buscando, en el ya para él estrecho océano.
Buscando, en el ya para él ligero viento.
Buscando en un terremoto o en un huracán,
una esperanza arrasadora
de toda la arena en su humedad.
Buscando en los radios hablantes.
Buscando en los televisores nudistas.
Buscando en una vieja revista
de oxidadas páginas amarillas
por tanta arena en su humedad.
Buscando en el nuevo este una brújula.
Buscando en el viejo occidente una brújula.
Buscando a una mercenaria bomba nuclear,
candil de blancos aceros, capaces de erradicar
toda la arena en su humedad.
Buscando, buscando, buscando,
volando, volando, volando
su corazón al rojo marcado
carente de uno colmado de sol.
De ese sol que fundiera su humedad
he hiciera brotar en retoño, sobre cenizas,
rosas de pétalos rojos, húmedos,
abrigando al amor.
Febrero, 1996
“Primeros Pasos”
Copyright © 2004 – Michel Fernández Pérez