Soneto a amor que envió el divino

Por amarte día a día me adiestro
por ti mil amoríos han cesado,
amor grande en mí ha ingresado
mi corazón abriga el amor nuestro.
Adorarte es mi única decisión
eres luz en senda de mi destino,
es la suerte que me envió el Divino
y en ti me doy sin otra condición.
Quiero estar a tu lado cualquier hora
deseo oír tu voz conmovedora,
amor; ya no puedo vivir sin verte,
solo en tu presencia valor adquiero,
atribuyo a lo mucho que te quiero
y que me correspondas es mi suerte.
Autor: Alcibíades Noceda Medina