Cosquilla mis timpanos tu risa sonora y despacio...despacio... baja la escalera hacia mis entrañas..
y allí...donde reina el silencio, estallan las granadas del sol y las estrellas.. la noche sombría se acaba y arde a plena luna las campanas
con su eco, que retumba en el alma.
¡Ay mi Dios!..no quebrantes en la arena la silueta de este sueño, que vislumbro en la distancia,
no te lleves sus palabras
en las olas del silencio, aún no quiero entrar en la noche eterna, dejame vivir el calido sol de la mañana, saborear la dulce miel del mediodia,
sólo así, encontraré la alegría.
¡Qué caiga tu risa en rayo de luz desde el cielo,
y quebrante el monótono silencio de mi vida, y arda en llama de fuego,
mi corazón de hielo!.