Tomaré distancia de tí
reprimiré mi dolor
voy a automedicarme:
anestesiaré mis sentimientos por tí
quedarán en un sueño profundo
narcotizados, en cuidados intensivos.
Me procuraré como alimento
el suero del olvido,
muchas dosis de indiferencia
y toneladas de amnesia.
Bañaré mi corazón
con el hielo del rechazo.
Mis estúpidos sueños
los asfixiaré con la ironía;
cremaré mis besos, mis caricias
y cuando pase el tiempo
cuando ya no estés tú,
me levantaré sin prisa,
sin alma, con cerebro,
viva,
pero eternamente anestesiada.