La promesa supimos cumplir

Llegas fulgurante como viniese del cielo,
nos abrazamos con la fuerza de un huracán
con qué impetud y placer te levanto del suelo,
teniéndote en brazo me haces sentir un bacán
En esto tiempo te esperé con tantos anhelo,
tu lealtad y dignidad personal me aplacan.
Una voz de ángel en la distancia es mi consuelo,
en ningún momento nuestras sendas se bifurcan.
Cuantas veces nos llovió verbos impersonales,
cuanto intento fallido quedó en el desconcierto.
Tú no eres amor gaviota de encuentros casuales,
hoy al besarte había en ti amor recién despierto.
Mi corazón latido aceleró al verte llegar,
se entrelazaron las manos con toda firmeza.
Trajiste tu sonrisa que me hacía divagar.
En este encuentro se cumplió todas las promesas. Autor: Alcibíades Noceda Medina