Esta en silencio la compañera nocturna,
siempre tan fría y calida es; nuestra luna.
Solo el sonido del viento ronda melodioso
quiebra compás a nuestro silencio armonioso.
En la noche silencio nos une, amada mía,
las palabras; no son necesarias todavía,
solo ahora es necesario el menor contacto,
resonancia de los sentidos nos llevan al acto.
Alcahueta luna su luz un poco desvanecía,
hálito sublimado alimenta antes que sea día,
corazones que se aman más allá de la muerte,
en amor cuanto se ha dicho no es suficiente.
Por siempre Dios une corazones que se aman,
elixir divino brota incontenible y males sanan.
dos aves que vuelan se reencuentra en primavera,
felicidad es inmune al sufrimiento en nuestra vera.
Autor: Alcibíades Noceda Medina