Preguntas que inquietan

1.
Yo te pregunto, Señor:
¿Acaso has dado la vida
A la inocente Paloma
Para que el cruel Halcón
Veloz venga y se la coma?.
Yo te pregunto, Señor:
¿Por qué al Débil le abandonas
Mientras proteges al Fuerte
Que sin compasión le explota?.
Yo te pregunto, Señor:
¿Por qué consientes que el Mal
Le castigue al Inocente
Y le premie al Criminal?.
Yo te pregunto, Señor,
Si eres Amor y eres Justo
¿Por qué hiciste un Mundo injusto
Pudiéndolo hacer mejor?.
Con mis preguntas, Señor,
Temo que te esté ofendiendo.
Quiero pedirte perdón,
Que ofenderte no pretendo.
Mas quiero, también, decirte.
Sin soberbia y con temblor,
Que te las seguiré haciendo,
Mientras no me des razón,
Que a mi Razón dé respuesta
Ante tanta sinrazón,
Como impasible contemplas
Teniendo la solución
Para todos los problemas.
Y por eso, te pregunto,
Armándome de valor
Mientras que el pulso me tiembla
Porque tentándote estoy:
¿Es que acaso te da igual
Que le venza el Bien al Mal
O que el Mal al Bien le venza,
Provocando, así, en los Justos
Su más justa indignación,
Pues a su corto entender
Careces de Corazón
Aunque te sobre Poder?.
Señor, que me estás oyendo,
¿Por qué tan callado estás?.
¿Por qué todas mis Preguntas
Las dejas sin contestar?.
¡Qué lejos, Señor, qué lejos,
Qué lejos Tu Cielo está
Para el que sufre en La Tierra,
Te grita. y guardas Silencio,
Te interroga .y no contestas
E Indiferente y Ajeno
Ante su Dolor te muestras!.
¿Acaso, Señor esperas
A que el que sufre se muera
Pues vivir es esperar
Y sufrir mientras esperas
Sin derecho a protestar,
Porque el que protesta peca
Y se podrás condenar?.
Mas, Señor, tan larga Espera
Como al que sufre le impones,
¿No desmiente Tu Bondad?.
Con el Dolor de los Hombres,
¿Acaso jugando estás?.
Señor, si Obras son Amores
Tu Amor demuéstranos ya
Que las Dudas nos corroen
De tanto y tanto esperar. 2.
A Ti clamamos, Señor:
Escucha nuestra Oración
Que en nuestras Bocas se vuelve
Reproche y Acusación:
Si creer en Ti nos exiges
Al margen de la Razón
¿Por qué Tú en compensación
Sólo Promesas nos haces?.
Entre lo que lo que das y pides,
¡Qué desproporción tan grande
La que en Tu favor existe!.
Señor, si eres Nuestro Padre,
Como Tu Hijo nos dice,
¿Por qué aplazas impasible
Tu Justicia y Tu Piedad
Con los que en el Mundo viven
Y son víctimas del Mal?. 3.
Esta Vida es una Apuesta
Y nos la exiges jugar
Aunque podamos perderla.
No podremos reclamar,
Al Dueño de la Ruleta,
Ya funcione bien o mal
Pues ninguna queja acepta.
Al morir, se acaba el Juego
Y la Partida se cierra.
Mas podrá abrirse el Infierno
Que suena a Condena Eterna
Si Tu Voluntad no hacemos
Porque no nos la revelas,
Y nunca saber podremos
Lo que se esconde tras de Ella.
Si el Hombre al morir no muere,
Si tras morir Vivo sigue,
¿Por qué, Señor, te pregunto,
Ya nada merecer puede
Y porque fue un día Injusto
Ya Injusto será por siempre
Y Tu Fallo irremisible?.
Señor, si la Eternidad
Es un Siempre y Sin Final
¿Por qué un Nunca y Sin Espera,
Para el Hombre Ella será,
Pues aunque el Bien hacer quiera
Ya hacerlo nunca podrá
Y aunque llore y se arrepienta
Perdón no podrá esperar?.
El Mal que viviendo hicimos
¿No podremos ya enmendar
Una vez que nos morimos?.
En La Eternidad, entonces,
¿Qué Vida es la que vivimos
Si hasta el Amor que tuvimos,
No podremos tener ya?.
Señor, me cuesta aceptar
Que el Mal que una vez ha sido
Por siempre ya lo será
Aunque el que lo ha cometido,
Siga aún estando Vivo
Y queriéndolo purgar
Que haya Cielo y Purgatorio
Señor, lo puedo aceptar.
Pero, Señor, que haya Infierno,
Y como Tú sea Eterno
¿No desmiente Tu Bondad?.
Me tendrás que perdonar.
Yo no creo en el Infierno.
Sí en Ti y en La Eternidad. 4.
Señor, si Callado sigues
Te seguiré preguntando
Tantas Dudas sin Respuesta
Como siguen inquietándonos. Para que me las expliques,
¿Tendré que morirme ya?.
Y esto me parece oírte:
“¡Espera, espera y no juzgues,
Hasta que a todos os juzgue
El Día del Juicio Final!”.
¡Ay, Señor, Señor, qué largo
Que Vuestro Juicio aplazáis
Para el que vive dudando
Si lo que sigue esperando
Llegará!. 5.
La Vida es un trago amargo
Que tendremos que apurar
Hasta ver vacío el Vaso.
Cuando lo hayamos vaciado
¿Nos lo vendrás Tu a llenar
Con La Paz que en Ti buscamos,
O vacío para siempre
Quedará?.