No puedo desatender mis penas

No puedo desantender mis penas,
si me doy la vuelta y las despido
vuelven a su tarea con mas fuerzas
rotundas como un cielo enegrecido.
Yo las digo que no soy de ellas,
que mi corazon solo anhela
un poco de luz en el camino,
la compañia de una mujer o un amigo
y de cuando en cuando trasnochar
en la alegria del vino.
No es para mi la tristeza,
que sino rio me mustio como la flor
y solo pienso en lutos que traigo
muy dentro de mi mismo,
o en el ser que sera ceniza
bajo un marmol reluciente y frio,
con el nombre tachado
como en un arenal escrito.
Quisiera destronar la pena del mundo
y no puedo desocuparla del mio.
Que sera de mi cuando pase no lo se.
La vida sin mi sera lo mismo, lo mismo.