Sorprendí una sonrisa entre tus labios,
Que se asomó a mirar mi beso dado.
Una gran ilusión se fue dando,
Y en rayo de luz de tu regazo.
Como pasión al pasible viento,
Todo el cielo abrírseme a mi paso,
Y se quedó en el pétalo sobre la rosa
De esta flor de ilusión que hasta ti halago.
Otras notas suaves pude haber descendido,
Tu anhelo fértil que no conoce de atajos:
Y te tome en la hora loca, corazón
Y los trigos silvestres sobre ti tocan.
Me agarre a la pureza de un amor sin ropa,
Que cargaba tu vida de lo irreal a lo humano,
Y hube de verme en el brillo de tus lágrimas,
Las sordas campanas de repiqueteo reflejos;
Mi la música del eco, salvaje de los pájaros,
Que volaba a los aires tu bondad en revuelo.
El trágico abandono que ocultaba tu gesto.
Sobre ti pasaron mis horarios perdidos.
Sobre mi, tú seguiste con el sol dándome calor.
Y caminé en las brisa sobre tu dolor,
Solo quedo entre tú y yo el placer,