... Cuando ...

Cuando todos los perros del mundo
tengan techo, comida y abrigo
y no quede un perro vagabundo
sin tener en la vida un amigo,
cuando cada perrito sin dueño,
solitario, la mirada triste,
halle un amo que vele su sueño
y le cambie un semblante risueño
por su actual desamparo y olvido,
este mundo se habrá enriquecido
con la paz, el amor, la bondad
y una atmósfera de caridad.
Cuando todos los gatos del mundo
sean tratados con celo y cariño,
cuando no los martirice un niño
frente a padres torpes, complacientes;
cuando gatos, y perros, y gente
tengan todos hogar y consuelo,
cuando el hombre respete su suelo
y al ambiente ya no contamine;
cuando siembre y construya y camine
con la frente apuntando hacia el cielo,
este mundo será más humano,
progresista y con más libertad.
Cuando todas las aves del mundo
vuelen libres, surcando los cielos
ya sin jaulas, ni acoso, ni miedo
y se posen cantando en los quicios
de las puertas y de los balcones,
cuando alegren los campos y huertos
con su dulce concierto de trinos,
cuando crucen sobre los caminos
para nuestro deleite y solaz,
en el mundo no habrá quien intente
perturbar con sus actos la paz.
Cuando todos los niños del mundo
tengan pan, y un hogar, y vestido,
cuando tengan padres amorosos
que vigilen que nada les falte
y les den su tiempo y su cariño;
cuando no haya niños olvidados
ni desamparados, vagando sin rumbo,
cuando ya nunca sean maltratados
ni sean engañados en su ingenuidad,
habrá paz y calor en un mundo
sembrado de amor y de felicidad.
Cuando todos los hombres del mundo
reconozcan su origen divino
y se miren al fin como hermanos,
cuando todos los seres humanos
corrijan su rumbo y hallen el camino
que los lleve a la unión y la paz
por encima de credo o bandera,
llegará la eterna primavera,
será inicio de una nueva era
con el soplo de un cambio profundo
que se extienda por la Tierra entera.
Cuando todos los pueblos del mundo
den la espalda al odio y a la guerra,
cuando laven de sangre la Tierra
con la sal del trabajo fecundo;
cuando el cruel y el tirano iracundo
no tengan cabida en la Humanidad,
cuando el Hombre mate la maldad
para abrir su conciencia al Amor,
la lealtad, comprensión, tolerancia,
reinará en el mundo la abundancia,
la justicia y la prosperidad.
Cuando el Hombre, con gesto valiente
y un afán de avanzar, decidido,
se levante y prosiga de frente
aprendiendo de errores pasados
más maduro, humilde y prudente,
será el nuestro ese Mundo soñado
de la Paz, el Amor, la Armonía,
del Progreso y la sana Alegría,
la Sabiduría, el Perdón, la Bondad
que perduren y marquen su paso
de continuo ascenso por la eternidad.-
Eduardo Ritter Bonilla.