Preferiría no haberte encontrado
y estar sufriendo lo que hoy no mereces,
sin embargo, a la luz de Los sueños he soñado
beber de tu amor, al que nada se parece.
Preferiría haber muerto de melancolía
antes que te rocen mis malas influencias,
y el llanto de tu lluvia golpea mi poesía
arrastrando mi alma, sedienta de presencia.
Preferiría no amarte y sin embargo enloquezco
cuando presiento tu ausencia en mi vida,
cerca está tu ida y lo merezco
lejos de mí, te pierdes y me miras.
Preferiría no escuchar de tus labios tu voz cierta
y perderla para siempre en mis olvidos,
pero oigo la simple palabra que aún muerta
llena mi cuerpo aunque esté partido.
Preferiría no haber acariciado tu piel ceniza
porque de esa forma tendría consuelo,
y el recuerdo vivaz de aquello que se acaricia
queda indeleble en el retoño de mis cielos.
Preferiría marchitar la rosa que imagino
en el corazón precoz de tu fina transparencia,
para que cese el deseo que hoy muere conmigo,
y para que no te rocen mis malas influencias.