He vivido sin vivir, teniendo miedo,
sintiendo frío, olvidándome de mi destino;
sin embargo, procurando por no ser un espiedo
que me devore el calor del fuego clandestino.
Ofrezco mi sinrazón con precio obsceno,
con cierto logro de mis cosas,
y un cobro a tiempo de objeto concateno,
como si fuesen joyas semipreciosas.
No tengo tiempo, ya no hay lugar,
si la pena me invade, mi sangre se alborota,
si me duele el dolor, ahogo mi llorar
en mi forma de ser y mi cuerpo se agarrota.
Y con el tiempo, ya no pretendo ser el mejor,
tal vez jamás fue así, sin querer,
simplemente soy parafraseador,
antes, muy mucho antes de envejecer.
Con todo lo corrido y con algo de lo vivido
me apresuro veloz al principio del precipicio
no sin antes descubrir y haber cogido
una parte de tu parte siendo tu aditicio.
Al despertar un nuevo día, entendiendo,
que el viento ya no sopla, que la lluvia
ya no moja, en tus besos voy sabiendo
que de ellos me desprendo al terminar el día.
Enrikt