El muro.

Sobre el muro de esa vieja calle
llora el oculto presente de una mentira,
procurando tapar las lágrimas inestables
para parecer perfecto a la hora de la partida.
Y semejando armonía cuando desgarra por dentro
permanecerá inmóvil tratando de adaptarse,
a la nueva pausa de esos recuerdos
que aunque sean efímeros tardan en curarse.
Y después de todo, parece tan callada
que no podrá detener, el paso del tiempo,
se ha muerto un amor, se durmió su mirada,
en el contorno vago de un muro ya desierto.