Caballo mi fiel amigo
que los años te vencieron,
de pura sangre tu historia,
pronto te llegó tu duelo
y con tus ojos tapados
cangilones vas moviendo. 
Tus miradas de centellas
se pierden en el recuerdo,
angustiosos tus bufidos
y enfermo tu viejo cuerpo,
que tus empujes salvajes
volaron entre los vientos. 
Has perdido la entereza,
tus éxitos ya se fueron,
y vueltas das de amargura
con trallazos traicioneros,
sacando el agua de un pozo
te has de ganar el sustento:
y aquellos mimos de antaño
con tu vejez se perdieron. 
Yo te he visto hacer cabriolas
con tu semblante altanero,
llevar carrozas de plata
con cascabeles al cuello,
ostentosos tus andares
y con pasos postineros. 
Tu coraje vi en las plazas
lidiando toritos negros,
con herraduras de bronce
dando saltos y requiebros,
desafiando a la muerte
con tu bravura de trueno. 
Tú columpiaste amazonas
entre galas y festejos,
y en las ferias importantes
fuiste huésped de abolengo,
luciendo con arrogancia
montura de cuero nuevo. 
Luego tiraste de carros,
que ya pasó tu momento
y al no servir para nada
por jumento te vendieron
y a rastras ya vas cansado
con tus torpes movimientos. 
Cada cual tiene un valor,
cada estampa tiene un precio,
cada momento en la vida
lleva placer o veneno. 
Que no perdura la gloria
ni los males son eternos,
hay paisajes de ternura
con su momento de infierno. 
Ayer brincando en las plazas
con clarines y floreos.
¡Y hoy relinchando de pena,
en una noria muriendo. 
.oOo. 
Madrid 19 Noviembre 2008 
-Manuel Cornejo González-