Tu presencia armonizaba:
revoloteos de ruiseñores,
aleteos de mariposas,
sonidos de violines.
Tu mirada se unía a la mía,
con chispitas de luces de colores
que embriagaba mis sentidos
y se enmarañaba en hechizos
de admiración y placeres.
La tibieza de tus manos,
recorrían mis hombros,
haciendo vibrar mi cuerpo,
con latidos impetuosos.
Mi corazón desbordado,
por sentimientos intensos.
En mis manos aún percibo
el cosquilleo, acariciando
tus suaves y sedosos rulos.
Es todavía indescriptible,
la intensa emoción que perdura.
Recuerdo tu rostro inolvidable
y esbozo una sonrisa picarona,
al rememorar tu presencia.
Amor que no pude tener.
Perdura en mi mente y corazón,
donde mis duendes con devoción
lo acunan aún en mi derredor. Mecha Foderé
Muchas veces no se puede tener un amor para toda la vida, pero si llevarlo en la mente y en el corazón ,como tu lo describes en tus versos Mecha.llenos de sentimientos ,donde te muestras enamorada aún de ese ser ,eso no puede quitártelo nadie, ni siquiera el tiempo!! Me gustó Mecha, te envío un cariño grande!! .....Susy.....