Amor que llegaste silencioso, triste,
como luz que alumbra entre las penumbras,
alumbraste mi camino con tu luz majestuosa
sacando mi corazón de las sombras silenciosas.
Llegaste en el momento en que mi vida era triste,
cuando me sentía perdida como veleta al viento,
cuando vivía sumida en una gran tristeza,
y mi corazón yacia sin fuerzas y sin alientos.
Llegaste cual oasis, para un sediento.
que recorre caminos que no tienen horizontes,
llegaste como señal para el peregrino,
que buscando caminos, sólo encuentra montes.
Y así como llegaste, así te marchaste,
silencioso, triste y sin decir adios.