Si nos quedara poco tiempo.
Trataríamos de recuperar lo que perdimos,
a la persona que amamos,
a recordar lo que pasamos,
pedir perdón a quien lastimamos.
Llamaríamos a las personas que más queremos
y que alguna vez hicimos a un lado,
haríamos cosas que nunca hicimos,
no tendríamos miedo a nada,
ni siquiera a la muerte.
Disfrutaríamos cada minuto y cosa que hacemos, valoraríamos cada cosa que tenemos,
viviríamos el presente al máximo,
dejaríamos las promesas al olvido,
no nos importaría que piensen los demás,
regalaríamos flores a las personas que comparten nuestra vida,
y a las que ya no están.
Entregaríamos lo mejor de nosotros y nuestro corazón,
aceptaríamos a las personas tal cual son sin diferenciar,
compartiríamos todo hasta lo que no tenemos,
nos olvidaríamos de nuestros problemas,
ya no seríamos egoístas ni mezquinos,
nos daríamos cuenta que el orgullo y el rencor ya no importan,
nuestras ganas de vivir sería intensa
y trataríamos de ser felíz como podemos.
Porque no sabemos que nos depara el futuro,
el tiempo es valioso y no hay que dejarlo pasar.
Hay que vivir el presente y olvidar el pasado.
Hoy estamos mañana no sabemos.
¿Para qué dejar para mañana lo que podemos hacer hoy?
Hay que vivir el presente al máximo
y disfrutar de la vida y de la persona que amamos
como si fuera el último día.