No puedo escaparme de ella,
busco la forma a través de los vientos,
a través del invierno y el otoño
pero solo alcanzo las imágenes cansadas.
No hay dolor que al pasar
no deje huella en el corazón o la mente,
en mi aún vive aquel agudo viento,
aquel silencio tempestuoso;
Mi amor aun la evoca
mas hoy le llama en vano.
Por ella mi vida es un erial
y ni así creo que la odio,
aunque si soy presa de frialdad.
Ni tampoco por mi parte
yo lo he olvidado todo,
a sabiendas que así son
las últimas cosas separables.
Hoy que me queda;
solo huellas de una vida y heridas
migajas de tiempo que expiran esperando.
¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.