Arrogancias.

Un puñado de ti...se mece al embeleso
de átomos fluctuantes en vanas agonías,
recoge las raíces de un frustrado cerezo
calla y se inquieta de malas compañías.
Un puñado de ti...me deja en otros brazos
sabe de los celos, quiere sus valías,
impregna un poco de silencio y por si acaso
se muere de ambiciones cuando nace el nuevo día.
Un puñado de tí...aparece en otros tiempos
nace de ilusión y fenece en la constancia
de saberse puro en los senderos incruentos
de algún pasaje suyo, de odios y arrogancias.