Hubiese querido
y no he podido:
Rodar en patines, raudamente
con el viento en la cara y sintiendo
que le ganaba al pavimento.
Templar una guitarra
y es más, poder rasgarla
y con voz de tenor acompañarla.
Silbar, silbar bajito
o chiflar con dos dedos en la boca
aturdiendo todos los oídos.
Navegar en el lago,
siendo capitán de mi velero
con mástil de palo y velas blancas.
Saltar al precipicio
en parapente, surcar el aire y llegar
tras suave vuelo, a la playa de ese río.
Hablar con fluidez y comprender
el idioma de otra gente
y no ser en mis viajes sordomudo.
Poder entender, por más que entienda,
cómo vuelan los aviones y qué mueve,
desde adentro, a mi fiel computadora.
Y tengo que aceptar que no he podido
armar con los naipes el castillo,
que obcecado, caía siempre en el intento
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!