AMANTES SIEMPRE

Quisiera ser nube en el extenso rubor de tu piel color noche para quedar, un solo instante, igual que el tierno escarlata de mil ansias contigo y ser, luego del tiempo sin forma, al pensarte, mar y nieve de tantos caprichos tuyos; sombra de voz, de angustias traspasadas en el cálido engaño mío; tormenta, sol, quietud, en cada fantasía sin sentido que brota de madrugada. Ay! Quisiera ser fuego en el yerto de tus ansias para luego de ardiente calma quedar, a solas contigo, los dos… amantes siempre. Al repasar las fechas de una historia ausente, los sueños quedaban dormidos entre las páginas olvidadas de las querencias idas. No existía nada tal como se conocen las cosas, faltaba todo, aunque todo estaba ahí; faltaban los versos que son la caricia lenta que embriaga el alma cuando la calma asoma; porque más allá de ella, en el inmenso silencio que brota detrás de mil angustias, ¡aún se te veía en tu mejor aparición!. No llegabas todavía en el paso lento con que la aurora despierta, deleitando con su risa la inacabable verdad de saber de ti en cada madrugada. Estabas en cualquier lugar, observando desde ti. como aguardando el instante preciso en que debías aparecer con todo ese misterio tuyo y la magia de tus encantos, porque son ésas las dos formas mejores de una misma verdad…tú.