Somos de ayer nosotros y no sabemos nada,
venimos arrastrando desventuras y luces,
llevamos en el pecho colgadas nuestras cruces
ansiando cada noche la luz de la alborada.
Somos hombres, mujeres, niños en desbandada
lo mismo que palomas a las que Tú conduces,
como estrellas fugaces de cielos andaluces,
como los pensamientos de un alma abandonada.
Somos fuego en Verano. Somos nieve en Invierno.
Somos una sinfónica planetaria, fatídica,
libertad en cadenas y un amor en penumbras;
pero en medio del caos, Padre bueno y eterno,
resplandece tu celo, tu voluntad verídica
de llevarnos al cielo donde ya te vislumbras.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC