Me trueno los dedos, me agarro el cabello
sobo mi cuerpo y agudizo mis vocablos
me prepare mucho con ensayos y ahora
con la convicción, me dispongo a saltar al escenario.
Camino hacia la tarima, observo como la gente me mira
con un dedo me apuntan y bajito comentan
sus miradas fijamente me observan, como asechando
me dispongo a declamar, mis palabras entre cortadas.
Por el pánico escénico que siento, me da por turbarme
derrepente alguien se ríe y los demás lo siguen
con mucha vergüenza y mucha pena, me sonroja la cara
cruzo las piernas, empiezo a olvidarme de lo debo decir.
Entre la gente busque a mis papas, pues por ellos
estaban hay, las personas que mas me importaban del publico
si no fuera por ellos, saldría como un gran cobarde
me controle, sereno recordé y empecé a declamar mi poesía.
Con fuerza y firmeza, para que la gente dejara de hablar
con gran atención me escucharon y callaron sus burlas
por primera vez, vencí un miedo de mi infancia.