Atiéndeme, que el placer de escucharte eterniza cualquier momento de locura infinita, tu voz en mi alma, susurro que tus brisas semejan distancia y madrugadas marchitas. Atiéndeme, con las frase que te inmortalizan verdaderas instancias de noches y perdones, y en cada palabra mi universo se paraliza en cada momento que me hablas sin concesiones. Atiéndeme, con la voz y el naufragio en presente dedicandome las cuitas que de tu alma aún pretendo, atiéndeme, para saber que aún estoy latente porque busco tu pasado y te veo aterdeciendo.
Atiendeme, genial, me encanto la idea general, es real y una verdad que se busca. Felicitaciones sigue escribiendo.