Eréndira: ¡qué nombre tan espléndido,
tan clásico y esdrújulo, tan cándido!
Me suena a jacarandas de Puruándiro
que tienen ese azul añil auténtico.
Mis íntimos suspiros melancólicos,
nostálgicos y prófugos, tan únicos,
en esas "noches mágicas" bucólicos
se escapan tiernos, tímidos y angélicos.
Eréndira: ¡qué nombre más romántico,
qué cálido, qué plastico, qué lírico!
Tan dulce, tan insólito, tan sánscrito
que ya de sólo oírlo soy sonámbulo.
Eréndira: fonema mayestático,
intrépido propósito de un símbolo.
Tu nombre tiene un timbre tan elástico
que tiene mi razón en vilo vívido.
Semeja todo un cántico de Píndaro,
de un cíngaro a la sombra de un arándano,
cual péndulo de brillo pentagónico,
un búcaro de sándalos estético.
Eréndira: ¡qué nombre tan espléndido,
tan clásico y esdrújulo, tan gótico
que suena a jacarandas de Puruándiro
que lucen su color azul folklórico.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC