Bajo tu blusa

Siento una voz profunda y delicada
bajo una piel de suave y blanca seda:
¡Tu blusa, amor, llamando a que me quieran
las rosas en tus senos encrespadas!
Y amor te doy en la noche derrochada
en tu boca agitada que me espera
¡Linda flor amorosa que me entregas
con clamor de una rosa enamorada…!
Tu blusa se calmó en la madrugada
y una bruma azulada nos bendijo
cuando furtivo ya saltaba el ventanal…
Un beso levitó con blancas alas
y la luz de tu seda, mi cobijo,
¡En tu pecho fue mi gloria y mi dogal…!