Sabes, porque aun tengo tristeza,
no sé, si tú tiene la misma razón,
pues, quedó una chispa de esperanza,
flotando en el enfermo corazón.
La tristeza, ni la esperanza, morirían,
ni acabara, ahogándonos en llanto.
Seriamos vulgares. Que espanto,
que no somos diferente, todos sabrían,
No nos engañemos, el amor no cesa,
de un día en otro. Amor y odio se planta,
esperando, que cese la tormenta, a favor o en contra, los dos sin defensa.
Cuando mi mirada no quieras que te llegue,
será el fin. Amor, tu mirada no me niegues.