¿Hola, qué tal?
te pregunto desolado,
ya que tú supiste hacerme a un lado
o redimirme, a tu placer.
Buenos días, me presento,
soy sólo un cobarde más
en tu repertorio de coplas relegadas.
Pues fui camarero de un buque en guerra,
las denigrantes migajas de tu almuerzo,
y hasta un simple escuerzo
aguardando inquieto la caída del Sol.
Fui tu leal compadre de noches clandestinas,
el cenicero de tus cigarros nocturnos,
el pianista de tu ceño entumecido,
el peón en tu tablero de ajedrez.
Fui atorrante,un buitre traicionero e ignorante.
Fui noble, sincero y divertido.
Fui el galán y caballero del invierno de tus labios.
Mas aunque me canse de darle la vuelta al mundo
mientras tu mundo gira sin cesar,
es allí donde me ansío aparcar a reposar eternamente.
Un trabajo muy interesante,aunque no me es posible votarlo,no sé por qué el sistema no me deja, así pues dejo aquí expresado mi diez. Un saludo.