Cuantos y de variados sabores
degustamos esos besos,en nuestras vidas
el primero fue de menta y manzanilla
esa sutil respuesta, llena de alegrìa
y refrescante postura de una infancia perdida.
Pasò el tiempo,entre nuevos y viejos amigos
llegò el sabor de durazno
que quedo impreso en los labios,
paso la noche y las otras
recordando la presencia,de ese beso amado.
En una fiesta furtiva,de jovenes en apuros
entre el festejo y algarabìa
se sintiò apasionadamente una sabor sin igual
de aràndanos y fresca frutilla.
Despuès vino una larga noche,tormentosa y difusa
el arrebato dejò impreso y por apuro
un gusto amargo,entre lima,limòn y pomelo.
El tiempo lo cura todo y se llevò las horas
de angustiosa y larga espera
un golpe, marco la diferencia
y entre el abrazo mayor
dos labios se confundieron con sabores
de frambuesa y crema.