DESIERTO DESNUDO

Desierto que en mi lecho te expandes,
camino con mis manos indecisas
sobre tus largas explanadas extendidas
buscando el refugio de las sombras
que allá en la lejanía se vislumbran.
Altas dunas en el horizonte se dibujan,
en mi ardiente sed crece la duda
¿será espejismo el oasis que ocultan?.
En la penumbra de su alto relieve
refugio fresco a mi sudor hallo,
entre ellas mi sed amarga sacio
bebiendo de las deseadas aguas
que del fondo de tu tierra emanan.
Colmado en tu manantial mi ánimo,
ávido de aventura los túmulos encaro
hundiendo en ellos mi excitado estado.
En su cumbre se abre a la mirada
una eterna planicie desierta y rala,
por la columna vertebral quebrada,
donde mi andar deslizo sin pausa.
En ella me encuentra la luna
En ella descanso la noche.
Se filtran al amanecer escasos rayos
entre el desfiladero yermo de las dunas
en su cúspide palmeras se ofrecen
a saciar con exóticos dátiles mi hambre.
La lluvia escasa en el ardiente desierto
al límite de su frontera me alcanzará,
mostraré mi boca seca al cielo
buscando las gotas de tus besos.