Aventura en el desierto

Volavamos sobre el desierto del Sahara el avion comenzo a fallar solo pense que no llegaria, mire hacia mi lado, sentada estaba una hermosa joven, de aspecto sombrio no se cual seria su razon pero miedo no tenia pronto el avion altura perdio el desierto venia a nuestro encuentro encuentro no deseado fue tal el rujido del avion al chocar en la arena pense que moriria mas no fue asi para mi desgrasia,tan solo sobrevivimos la chica y yo nos alejamos del avion por suerte no exploto y a el volvi,pues sabia que tendria que luchar con el desierto,si queria sobrevivir.Tome todo lo que crei nesesario,y nos lanzamos a la aventura. Mi companera de viaje tan solo dijo, no importa lo que luches,este sera mi ultimo viaje.La mire pues no comprendia sus palabras.Caminamos bajo el ardiente, sol,nuestros sudorosos cuerpos a gritos pedian de tomar,mas yo sabia que tendriamos que soportar,hasta el maximo de nuestras, fuerzas,para llegar a un oasis,donde, podrimos tomar el agua que nuestros cuerpos pedian.Llego la noche y con ella el frio. Nos refujiamos cerca de un captus,que paresia ser el guardian de la noche,con un cuchillo trose parte de el, pues su pulpa serviria para aliviar nuestra hambre.La noche del desierto era tenebroza,el frio, intenso alfileteaba nuestros cuerpos.La chica se acomodo a mi lado y comenzo hablar,era de Israel pertenesia al Mozar la agencia de
inteligencia Israeli,su amado muerto fue en una
emboscada por los palestinos,y ella solo buscaba
matar a sus matadores,pero la vida nos habia jugado una mala pasada yo me casaria al llegar
a mi destino.Nos dormimos acurrucados uno junto al otro.El dia llego y con el su martirio.El fuego abrasador del desierto quemaba nuestros
cuerpos,mas mi brujula nos llebaba al lugar
donde encontrariamos donde sasiar nuestra sed,
y lavar nuestros cuerpos,al filo del; atardeser
llegamos al oasis,para desgrasia nuestra estabamos solos.Nos refrescamos con sus aguas y
creimos ser los duenos del universo.Tal ves no se
pero no la habia mirado en todo el viaje,mas en ese momento algo saltaba en mi pecho,al mirar su
cuerpo tendido sobre la arena,no se porque mas su
rostro ya no tenia ese toque de amargura,se dio de cuenta y sonrio,mi mano con delicadeza tomo. Fue como una tormenta en medio del desierto fundimos nuestros cuerpos con deleite y placer olvidamos las penas
heramos tan solo un Adan y una Eva,nos amamos con pasion desenfrenada y trensados los dos recorrimos nuestros cuerpos con extasis de amor. Tan solo fue una noche al dia siguiente
fuimos rescatados,mas yo no me case, aun llevo en
mi alma el recuerdo de su mirada y la maravillosa
noche que el desierto nos dio.