Y ayer caminé contigo.
Y al tomarnos de las manos
avanzamos despacito
por ese camino largo,
que se abría ante nosotros,
en este otoño lluvioso
que se ha transformado en mágico,
porque esperó mi presencia
y despues de tanta espera
ha podido al fin mi sueño,
venciendo todo lo malo,
estar contigo este día.
Y caminar abrazados.
Y al darle a tu alma el encanto
que fue el regalo de mi alma,
cuando al fondo de mis ojos,
vos clavaste tu mirada,
y yo en los tuyos busqué
lo que no encontré en palabras,
nuestra piel se estremeció.
Y este deseo de amarte
me invadió. Y tu boca amada
se entreabrió buscando el beso
que mis labios calcinaba.
Y al abrazarte amor mío
y contra mi pecho apretarte,
rogué.que se pare el tiempo.
quiero por siempre quedarme
entre tus brazos, y hablarte
de mi tierra; y que allá lejos,
cuando me hallaba distante
mil veces soñé con esto
y hoy al fin, pude estrecharte.
La lluvia golpea dos rostros
en Nueva York, esta tarde.
Caminemos vida mía.
Ya no habrá quien nos separe.
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Recorrí con ustedes los parajes hermosos. Bella cabalgata de la mano del amor. Su primer diez y mis saludos. Ivette Rosario.