He de parecerte, sólido y redundante,
sigiloso a veces, y aconsejador de diatribas,
otras merecedor de todos tus instantes
y hombre al fin, aunque distinto, en definitiva.
Perpicaz y elocuente, seguro de lo que quiere,
amador incorregible de las cosas muy tuyas,
soñador y bohemio, setentista y si prefieres,
quien ahuyenta tus burbujas, que hoy son tan suyas.
He de parecerte, un ser sin finos aditamentos,
un vagabundo de la libre, expresión izquierdista,
puro de corazón, con sus errores a la vista
ahogado en tu amor...sin esperar los testamentos,
verdugo del pasado que lo hirió en demasía,
equidistante nato, de las locuras somñolientas,
alguien tan enamorado, que en ti piensa,
con la inigualable y serena...pasión de una vida.
"...R.N..."