Mirando cerca contemple su mirada,
encontre unos ojos llenos de caricías.
Y una extraña sensación callada
marchó sigilosamente,sumida en poesía.
Junto al besar de sus alegrías,
sus ojos brillaban como el dorado de aquellas alas.
Fue tan feliz el niño en su fantasia,
que reinaba a sus anchas,la dicha en la sala.
La presencia tupida otra vez,
cabizbajo el pasado,ante las alas del viento.
¿Coincidencia? quizás fue el rocío del cielo,en un pasar de aliento.
Pero en su cara se posó la pequeña mariposa,
¡más bello y encantador pude admirar!
Aquella escala de emociones tan primorosa,
en la intensidad de un corazón para amar.
SOL.