Bebo del manantiál de tus amores,
y surco por los mares de tus senos;
sintiendo tus deseos de amor plenos
en el firmamento de tus esplendores.
La dicha en tus prados de sabores
derraman placenteros desenfrenos;
que embriagan nuestro amor y veo llenos,
de azucar, menta y fresas, tus ardores.
Cuán bello es sentir tu amor, y delicioso,
es vivir contigo y tus delicias,
libando tus ternuras con fervor.
Al son del movimiento en ti ardoroso,
do se aunan tus delirios con caricias
en el crisol de los deseos del amor.
Autor: Fernando Ayala.