BAJO EL SOL DE ACAPULCO

Sentado sobre “El punto elefante”

ahí a orillas de mar,

recordando la que fuera mi amante

me dieron ganas de llorar.

Ahí bajo el sol de Acapulco

con mirada perdida en la costera

y de mi pensamiento lo más pulcro

me trajeron el recuerdo de ella.

Los barcos pasan y pasan

y las olas se estrellan en las rocas;

así pasa lentamente su imagen,

así se estrellaron sus recuerdos.

Y ahí tomando un coco

algo cargado de ginebra;

ya me estoy volviendo loco

de tanto pensar en ella.

Las gaviotas sobre mi cabeza

son las que me acompañan,

saben de mi tristeza

por eso no me regañan.

Por eso me ven como amigo

y no como intruso en su área;

saben que con el pensamiento digo

lo que escribe el ritmo de la marea.

Acapulco cuantos recuerdos

en mi corazón sepultados;

hasta mis labios muerdo

por la que todo hIce a un lado.