Tus ojos me enseñaron a ver la luz del día,
Tus labios me enseñaron a besar la vida,
Tus manos me enseñaron a tocar
Las paredes del corazón.
Con tus labios aprendí a amar en silencio,
Con tus ojos aprendí a consolar un sueño,
Con tus manos aprendí a acariciar la ilusión.
Fueron tus ojos quienes se fijaron en mí,
Fueron tus labios los que encarnaron mi pensamiento,
Fueron tus manos y las mías
Quienes se unieron para amar el momento.
Pero al resumir cuentas fuiste tú;
Fueron tus ojos de lucero,
Tu boca de Luna, tus manos de seda,
Quienes me enseñaron a amar,
De la manera que tú me puedes enseñar.
Quiero vivir esos momentos
Que junto a ti empecé a soñar,
Quiero vivirlos de nuevo,
Porque tú me enseñaste a amar.
Por: Alvaro Esparragoza
(Vary Eugenio Celestial - VEC)