Solo obedezco al amor

Exigiendo y cumpliendo soy severo,
casi como el perfil de la cruel espada,
que aguarda reproche deparada
en los encuentro con los más fieros.
El rostro del ángel oscuro se pasea
desafiando mi temor con frialdad.
Soy un hombre, el miedo es mi verdad,
estar en paz mi alma lo que más desea.
Tal vez me pueda creer el rey del mundo,
pero solo soy esclavo del amor,
esta esclavitud no me causa dolor.
La esencia que siempre estoy buscando
perdura en amor después de la vida.
La espada se clava en la herida.
Autor: Alcibíades Noceda Medina