No puedo olvidarte por más que a mi razón acudo,
parapeto o estandarte que cubre mi pecho herido.
¡Qué suerte, qué sortilegio, el más dulce de los hechizos
enciende esta alma mía,cuando solo un gesto tuyo:
como un saludo austero,o un beso a través del viento
se funde con mi aguacero haciendo de él, preludio.
Diciendo: "Es hoy día, el día, en que he de caer rendida.
"Soñarte como te sueño,sin alba y sin consuelo
dejar crecer los destellos de mi númen de poeta,
para dormir anindando en tu pecho, como una rosa
que perfuma tu blanca habitación de gentil y dulce poeta".
be bj
1/1/2004