Basta ya! de pasiones sin nombres propios de políticas sin militancias, de besos en la frente y caras de circunstancias, de payasos de la poesía sin carismas venturosos de soberbias inmerecidas de llorar por otros ojos, de batallas mal ganadas o de otras mal perdidas, de distancias dolorosas que marcan la travesía, de lugares extrañados de placeres adormecidos, de mirar en los pasados lo que en presente es olvido, de amar por conveniencias de angustiarse sin sentido, de llamar una presencia sabiendo que se la ha perdido. Y de hallar bienaventura donde nadie ha podido de pasear con la locura donde nadie ha querido.