Basta ya!
de pasiones sin nombres propios
de políticas sin militancias,
de besos en la frente
y caras de circunstancias,
de payasos de la poesía
sin carismas venturosos
de soberbias inmerecidas
de llorar por otros ojos,
de batallas mal ganadas
o de otras mal perdidas,
de distancias dolorosas
que marcan la travesía,
de lugares extrañados
de placeres adormecidos,
de mirar en los pasados
lo que en presente es olvido,
de amar por conveniencias
de angustiarse sin sentido,
de llamar una presencia
sabiendo que se la ha perdido.
Y de hallar bienaventura
donde nadie ha podido
de pasear con la locura
donde nadie ha querido.