La envidia...

La envidia
¡Cáncer del alma eres!
Corroes y envenenas corazones,
debilitas los sentidos
Y paulatinamente dañas
la buena voluntad del hombre.
La envidia es un cáncer maligno
pero aún así
puede ser exterminada
La envidia se puede curar
poniendo en practica
los buenos hechos.
Ser humilde no es pecado
pero si es una gran virtud
En esta vida todo cae
por su propio peso
y lo que se logra con esfuerzo
se aprecia y se amerita
sin ninguna presunción.
Todos somos diferentes,
éste mundo es muy variado
Algunos nacen con grandes privilegios,
mientras que otros nacen
sin ninguna ¡pizca! de ventaja.
No importa lo poco o mucho
que nos asigne la vida
el hombre es dueño de su propio destino,
él decide como vivir su existencia
poniendo en practica el entendimiento
que Dios nos ha otorgado.
Todos podemos discernir
las cosas buenas y las malas
porque todos tenemos conciencia
Y cuando nos reprocha
los actos malos que hacemos
tenemos que escucharla.
Enmendar cualquier falta es de sabios
Y todo lo que se hace con amor
y buena voluntad
tiene una gratificación única,
por eso,no permitamos señores
que los malos sentimientos se alojen
en nuestros corazones;
Si nosotros envidiamos lo ajeno,
nosotros mismos
nos estamos destruyendo.
Palabras del alma
Martha Humphrey
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